Si está criando a un niño cuyos arrebatos de ira se han convertido en un problema, es importante que le enseñe las habilidades que necesita para lidiar con sus sentimientos de manera saludable.
Es difícil saber cómo ayudar a un niño enojado. Pero algunos niños, a pesar de su pequeño tamaño, parecen tener un suministro interminable de ira enterrado dentro de ellos.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
Los niños son más propensos a arremeter cuando no entienden sus sentimientos o no pueden verbalizarlos.
Un niño que no puede decir: “Estoy enojado”, puede tratar de mostrarle que está enojado arremetiendo. O no puede explicar que está triste puede portarse mal para llamar su atención
Aquí hay algunos consejos que te ayudaran a controlar la ira de tu hijo o hija:
Ayude a su hijo a aprender a identificar y etiquetar los sentimientos.
Comience a enseñarle a su hijo palabras básicas sobre los sentimientos, como enojado, triste, feliz y asustado. Etiquete los sentimientos de su hijo por él diciendo: “Parece que te sientes muy enojado en este momento”. Con el tiempo, aprenderá a etiquetar sus emociones él mismo.
A medida que su hijo desarrolle una mejor comprensión de sus emociones y cómo describirlas, enséñele palabras más sofisticadas como frustrado, decepcionado, preocupado y solo.
Haz un termómetro de ira o emociones
Los termómetros de ira son herramientas que ayudan a los niños a reconocer las señales de advertencia de que su ira está aumentando. Dibuja un termómetro grande en una hoja de papel. Comience en la parte inferior con un 0 y complete los números hasta el 10, que debe caer en la parte superior del termómetro.
Hable sobre lo que le sucede al cuerpo de su hijo en cada número del termómetro. Su hijo puede decir que está sonriendo cuando está en el nivel 0, pero tiene una cara de enojo cuando alcanza el nivel 5 y cuando su ira llega al nivel 10, puede describirse a sí mismo como un monstruo enojado.
Hable acerca de cómo se siente su cuerpo cuando se enoja. Puede sentir que su cara se calienta cuando está en el nivel dos y puede hacer puños con las manos cuando está en el nivel siete.
Cuando los niños aprenden a reconocer sus señales de advertencia, les ayudará a comprender la necesidad de tomar un descanso, antes de que su ira explote en un nivel 10.
Cuelgue el termómetro de ira en un lugar destacado y refiérase a él preguntando: “¿En qué nivel está su ira?” enfado hoy?
Crea un plan para relajarse
Enseñe a los niños qué hacer cuando comiencen a sentirse enojados. En lugar de lanzar bloques cuando están frustrados o golpear a su hermana cuando están molestos, enséñeles estrategias más saludables que los ayuden con la ira.
Anime a los niños a que se pongan un tiempo fuera cuando estén molestos. Muéstreles que no necesitan esperar hasta que cometan un error para ir al tiempo fuera.
En cambio, pueden irse a su habitación por unos minutos para calmarse cuando comiencen a sentirse enojados.
Anímelos a colorear, leer un libro o participar en otra actividad relajante hasta que estén lo suficientemente calmados para reanudar su actividad.
Desarrollen técnicas ante algún episodio de ira
Una de las mejores maneras de ayudar a un niño enojado es enseñarle técnicas específicas de manejo de la ira. Respirar profundamente, por ejemplo, puede calmar la mente y el cuerpo de su hijo cuando está molesto. Dar un paseo rápido, contar hasta 10 o repetir una frase útil también puede ayudar.
Enseñe una variedad de otras habilidades, como habilidades de control de impulsos y autodisciplina.
Los niños enojados necesitan una buena cantidad de entrenamiento para ayudarlos a practicar esas habilidades cuando están molestos.
No ceda solo para evitar problemas
A veces, los niños exhiben arrebatos de ira porque es una forma efectiva de satisfacer sus necesidades. Si un niño hace una rabieta y sus padres le dan un juguete para que se calle, aprenderá que las rabietas son efectivas.
No ceda ante su hijo para evitar un colapso. Aunque eso puede ser más fácil a corto plazo, a la larga ceder solo empeorará los problemas de comportamiento y la agresión.
Enséñale que toda acción conlleva una reacción
La disciplina constante es necesaria para ayudar a tu hijo a aprender que la agresión o el comportamiento irrespetuoso no son aceptables. Si su hijo rompe las reglas, siga con una consecuencia cada vez.
El tiempo fuera o quitarle privilegios pueden ser estrategias disciplinarias efectivas. Si su hijo rompe algo cuando está enojado, pídale que ayude a repararlo o que haga tareas domésticas para ayudar a recaudar dinero para las reparaciones.
No permita que recupere sus privilegios hasta que haya reparado el daño.
Evita contenido violento
Si su hijo tiene problemas con el comportamiento agresivo, exponerlo a programas de televisión o videojuegos violentos no será de ayuda. Impedir que sea testigo de violencia y, en cambio, se enfocó en exponerlo a libros, juegos y programas que modelan habilidades saludables para resolver conflictos.
Referencias de ¿Cómo controlar la ira en niños? Autorregulación
Effective discipline for children. Paediatr Child Health. 2004;9(1):37-50. doi:10.1093/pch/9.1.37
Wiedeman AM, Black JA, Dolle AL, Finney EJ, Coker KL. Factors influencing the impact of aggressive and violent media on children and adolescents. Aggress Violent Behav. 2015;25:191-198. doi:10.1016/j.avb.2015.04.008