La envidia es una emoción que se produce cuando una persona desea algo que otra tiene, ya sea una posesión material o la percepción de éxito o prestigio. ¿Conoces la psicología de la envidia?
Comprender qué es la envidia
La envidia, una experiencia emocional compleja, puede constar de muchos elementos: anhelo, sentimientos de inferioridad, mala voluntad hacia la persona envidiada, resentimiento y culpa.
Cuando una persona siente envidia, suele deberse a cierto grado de insatisfacción consigo misma. En otras palabras, la envidia se produce cuando una persona cree que tener lo que otra persona tiene aumentaría su propia felicidad.
La envidia también puede implicar cierto grado de deseo de que la otra persona no tenga el objeto o la cualidad envidiados.
Origen de la envidia
La envidia es más el resultado de factores internos que externos. Los individuos pueden ser más propensos a experimentar envidia si tienen una baja autoestima o creen que les falta algo, independientemente de lo que realmente posean.
La envidia se desarrolla cuando los individuos se comparan con los demás y se consideran inferiores. Este proceso es natural, aunque compararse con los demás puede llevar al desarrollo de la envidia y otras emociones que pueden causar dolor.
¿Cuál es la diferencia entre envidia y celos?
La envidia y los celos son conceptos distintos dentro del campo de la psicología, aunque a menudo se utilizan indistintamente.
Al igual que la envidia, los celos son una emoción compleja con múltiples facetas, pero suelen darse en el contexto de las relaciones. Más concretamente, los celos se producen cuando un individuo teme perder una relación importante en favor de otra persona: es el miedo a perder lo que ya tiene y quiere conservar.
La envidia, por otro lado, suele producirse cuando se desean los logros, el estatus o las posesiones de otra persona: la emoción se centra en lo que la persona no tiene.
¿La envidia causa daño?
Como todas las emociones, la envidia es una experiencia natural y común. La investigación sobre la envidia establece una importante distinción entre la envidia maliciosa (invidiosa) y la envidia benigna.
La envidia maliciosa se centra en la persona que tiene la cosa envidiada e implica un deseo activo de que esa persona no tenga esa cosa. Quienes experimentan envidia maliciosa pueden tener intenciones negativas hacia la otra persona y querer privarla del objeto deseado.
La envidia benigna, por otro lado, es más general en el sentido de que tiende a centrarse en obtener el objeto deseado o alcanzar el estatus deseado, sin la presencia de ninguna mala voluntad hacia otra persona.
Los investigadores creen que la envidia puede tener un propósito evolutivo, ya que hace que la gente desee y, en última instancia, se esfuerce por obtener los recursos necesarios.
¿Abordar la envidia en terapia?
Abordar la envidia en terapia puede ser útil por muchas razones. Para tratar los sentimientos de envidia, también puede ser útil explorar la autoestima, ya que en muchos casos los sentimientos de envidia pueden estar relacionados con sentimientos de inadecuación o creencias negativas sobre uno mismo.
Las cosas específicas que una persona envidia pueden ayudar a ilustrar sus deseos y objetivos. Por ejemplo, un individuo que envidia a un amigo muy artístico puede desear tener también inclinaciones artísticas.
La terapia puede ser beneficiosa porque los terapeutas a menudo pueden ayudar a las personas a identificar sus propias áreas de talento y animarlas a explorar y desarrollar estas habilidades.
De este modo, los terapeutas pueden ayudar a las personas a transformar los sentimientos de envidia en objetivos positivos.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
Referencias:
Envy. (2016, 12 octubre). GoodTherapy.org Therapy Blog. https://www.goodtherapy.org/blog/psychpedia/envy
