¿Qué es la manía? Síntomas y ¿Por qué sucede?

manía

¿Qué es la manía?

La manía es un estado emocional extremadamente elevado y duradero que se caracteriza por una intensa excitación, euforia y energía excesiva.

Es uno de los síntomas principales del trastorno bipolar, pero también puede presentarse en otros trastornos del estado de ánimo, como el trastorno ciclotímico.

Durante un episodio maníaco, una persona experimenta una serie de síntomas que afectan su forma de pensar, sentir y comportarse.

¿Cuáles son los síntomas?

Estos síntomas suelen durar al menos una semana y pueden interferir significativamente en la vida diaria del individuo. Algunos de los síntomas característicos de la manía incluyen:

  1. Estado de ánimo elevado y expansivo: Durante la manía, las personas suelen sentir una euforia intensa y un estado de ánimo elevado, a menudo descrito como una sensación de “estar en la cima del mundo”. Pueden estar extremadamente optimistas, tener una autoestima exagerada y una gran confianza en sí mismos.
  2. Aumento de la energía y actividad: Las personas maníacas suelen tener una cantidad inusualmente alta de energía y pueden estar constantemente activas. Pueden participar en múltiples proyectos a la vez, hablar rápidamente y de manera excesiva, y tener dificultades para quedarse quietos o relajarse.
  3. Pensamiento acelerado y dificultad para concentrarse: Durante la manía, los pensamientos pueden fluir rápidamente, saltando de una idea a otra sin conexión aparente. Esto puede llevar a dificultades para concentrarse en una tarea específica y a una tendencia a distraerse fácilmente.
  4. Disminución de la necesidad de sueño: Las personas maníacas pueden tener una disminución significativa en la necesidad de dormir sin experimentar fatiga. Pueden sentirse descansadas después de solo unas pocas horas de sueño o incluso pueden pasar varios días sin dormir.
  5. Comportamientos impulsivos y riesgosos: Durante un episodio maníaco, las personas pueden mostrar una mayor propensión a tomar decisiones impulsivas y riesgosas. Esto puede manifestarse en el gasto excesivo de dinero, comportamientos sexuales de riesgo, búsqueda de emociones intensas o involucrarse en actividades peligrosas.

¿Cuál es la duración y la intensidad de los episodios maníacos?

La duración y la intensidad de los episodios maníacos pueden variar de una persona a otra, así como dentro del curso de la enfermedad de un individuo.

Es importante entender que la manía no es un estado de ánimo transitorio o leve, sino que implica un cambio significativo y persistente en el funcionamiento emocional y conductual.

En cuanto a la duración, los episodios maníacos generalmente se caracterizan por una duración mínima de una semana según los criterios diagnósticos.

Sin embargo, en algunos casos, los episodios pueden durar menos tiempo, especialmente cuando se presentan con una intensidad extrema.

Además, en algunos trastornos del estado de ánimo, como el trastorno ciclotímico, pueden presentarse episodios maníacos más breves y menos graves, conocidos como hipomanía.

La intensidad de los episodios maníacos puede variar significativamente. Algunas personas pueden experimentar episodios maníacos leves a moderados, donde los síntomas son manejables y no interfieren demasiado en su funcionamiento diario.

Causas y factores de riesgo

  1. Factores genéticos: Existe evidencia de que la carga genética desempeña un papel importante en el desarrollo de la manía. Las personas con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, tienen un mayor riesgo de experimentar episodios maníacos.
  2. Desequilibrios neuroquímicos: Se ha observado que los desequilibrios en los neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, están implicados en la aparición de la manía.
  3. Factores biológicos: Algunos estudios sugieren que hay diferencias estructurales y funcionales en el cerebro de las personas con trastorno bipolar y manía. Alteraciones en regiones cerebrales involucradas en la regulación del estado de ánimo, la toma de decisiones y el procesamiento emocional, como la corteza prefrontal y el sistema límbico, pueden estar relacionadas con la manifestación de la manía.
  4. Factores ambientales y de vida: El estrés crónico, los cambios en los patrones de sueño, los acontecimientos vitales estresantes y el consumo de sustancias psicoactivas pueden influir en el inicio y la gravedad de los episodios maníacos.
  5. Trastornos coexistentes: Algunos trastornos psiquiátricos, como los trastornos de ansiedad, los trastornos por consumo de sustancias y los trastornos de la personalidad, se han asociado con un mayor riesgo de manía.

Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.

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