Si padece TLP, todo le parecerá inestable: sus relaciones, su estado de ánimo, su forma de pensar, su comportamiento, incluso su identidad. Conoce más al respecto.
¿Qué es el trastorno límite de la personalidad (TLP)?
Si padeces trastorno límite de la personalidad (TLP), probablemente te sientas como en una montaña rusa y no sólo por la inestabilidad de tus emociones o relaciones.
Sino también por el sentido vacilante de quién eres. La imagen que tiene de sí mismo, sus objetivos e incluso sus gustos y aversiones pueden cambiar con frecuencia de forma confusa y poco clara.
Las personas con TLP tienden a ser extremadamente sensibles. Algunos lo describen como tener una terminación nerviosa expuesta. Las cosas pequeñas pueden desencadenar reacciones intensas.
Y una vez alterados, tienen problemas para calmarse. Es fácil comprender cómo esta volatilidad emocional y la incapacidad para calmarse llevan a la agitación en las relaciones y a un comportamiento impulsivo, incluso temerario.
Cuando estás sumido en emociones abrumadoras, eres incapaz de pensar con claridad o de mantener los pies en la tierra.
Puedes decir cosas hirientes o actuar de forma peligrosa o inapropiada, lo que te hace sentir culpable o avergonzado después. Es un ciclo doloroso del que puede parecer imposible escapar. Pero no lo es.
¿Cómo reconocer el trastorno límite de la personalidad?
¿Se identifica con las siguientes afirmaciones?
- A menudo me siento “vacío”.
- Mis emociones cambian muy rápidamente y a menudo experimento tristeza, ira y ansiedad extremas.
- Temo constantemente que las personas que me importan me abandonen o me dejen.
- Describiría la mayoría de mis relaciones románticas como intensas, pero inestables.
- Lo que siento por las personas de mi vida puede cambiar radicalmente de un momento a otro, y no siempre entiendo por qué.
- A menudo hago cosas que sé que son peligrosas o poco saludables, como conducir de forma temeraria, mantener relaciones sexuales sin protección, beber hasta emborracharme, consumir drogas o gastar mucho dinero.
- He intentado hacerme daño, me he autolesionado, me he cortado o he amenazado con suicidarme.
- Cuando me siento inseguro en una relación, tiendo a atacar o a hacer gestos impulsivos para mantener a la otra persona cerca.
Si se identifica con varias de las afirmaciones, es posible que padezca un trastorno límite de la personalidad. Por supuesto, necesita un profesional de la salud mental para hacer un diagnóstico oficial, ya que el TLP puede confundirse fácilmente con otros problemas.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
Los 9 síntomas del borderline
- Miedo al abandono: A las personas con TLP les suele aterrorizar que las abandonen o las dejen solas. Esto puede provocar esfuerzos frenéticos por mantener a la otra persona cerca. Por desgracia, este comportamiento suele tener el efecto contrario: alejar a los demás.
- Relaciones inestables: Las personas con TLP tienden a tener relaciones que son intensas y de corta duración. Pueden enamorarse rápidamente, creyendo que cada nueva persona es la que les hará sentirse completos, sólo para decepcionarse rápidamente.
- Autoimagen confusa o cambiante: Cuando se padece TLP, el sentido de uno mismo suele ser inestable. Probablemente no tenga una idea clara de quién es o qué quiere en la vida.
- Comportamientos impulsivos y autodestructivos: Si padece TLP, es posible que adopte conductas perjudiciales y de búsqueda de sensaciones, especialmente cuando está alterado. Estos comportamientos de riesgo pueden ayudarte a sentirte mejor en el momento, pero te perjudican a ti y a los que te rodean a largo plazo.
- Autolesiones: El comportamiento suicida incluye pensar en el suicidio, hacer gestos o amenazas suicidas o llevar a cabo un intento de suicidio. Las autolesiones abarcan todos los demás intentos de hacerse daño sin intención suicida.
- Cambios emocionales extremos: En un momento puede sentirse feliz y al siguiente, abatido. Estos cambios de humor son intensos, pero suelen pasar con bastante rapidez (a diferencia de los cambios emocionales de la depresión o el trastorno bipolar) y suelen durar sólo unos minutos u horas.
- Sentimientos crónicos de vacío: Las personas con TLP suelen hablar de sentirse vacías, como si tuvieran un agujero o un vacío en su interior. En el extremo, puede sentirse como si no fuera “nada” o “nadie”.
- Ira explosiva: Si padece TLP, es posible que luche contra la ira intensa y el mal genio. También puede tener problemas para controlarse.
- Sentirse desconfiado o fuera de la realidad: Las personas con TLP a menudo sufren paranoia o sospechan de los motivos de los demás. Cuando están bajo estrés, pueden incluso perder el contacto con la realidad, una experiencia conocida como disociación. Puede sentirse confuso, distanciado o como si estuviera fuera de su propio cuerpo.
El TLP se puede tratar
En el pasado, a muchos profesionales de la salud mental les resultaba difícil tratar el trastorno límite de la personalidad (TLP), por lo que llegaban a la conclusión de que había poco que hacer. Pero ahora sabemos que el TLP es tratable.
De hecho, el pronóstico a largo plazo del TLP es mejor que el de la depresión y el trastorno bipolar. Sin embargo, requiere un enfoque especializado.
La conclusión es que la mayoría de las personas con TLP pueden mejorar, y de hecho mejoran, y lo hacen con bastante rapidez con los tratamientos y el apoyo adecuados.
Referencias:
Borderline Personality Disorder (BPD). (s. f.). HelpGuide.org. https://www.helpguide.org/articles/mental-disorders/borderline-personality-disorder.htm