El delirio se refiere a un trastorno mental caracterizado por creencias falsas, irracionales y firmemente sostenidas, que no están basadas en la realidad y son resistentes a ser corregidas por evidencia o argumentos lógicos.
Estas creencias delirantes pueden afectar a diferentes áreas de la vida del individuo y pueden presentarse en diferentes grados de intensidad.
Síntomas y características del delirio
- Creencias delirantes: Los individuos que experimentan delirio sostienen creencias falsas y erróneas que no se corresponden con la realidad. Estas creencias son inamovibles, rígidas y resisten a la lógica o a cualquier intento de persuasión para cambiarlas.
- Desorganización del pensamiento: El delirio puede llevar a una alteración significativa en la organización del pensamiento, lo que puede manifestarse como dificultad para expresarse de manera coherente o para seguir una conversación lógica y estructurada.
- Desorientación y confusión: Las personas con delirio pueden sentirse desorientadas en tiempo, espacio y situación. Pueden tener dificultad para recordar eventos recientes o reconocer a personas cercanas.
- Alucinaciones: Aunque no son universales en todos los casos de delirio, algunas personas pueden experimentar alucinaciones, es decir, percepciones sensoriales sin una base en la realidad, como escuchar voces o ver cosas que no existen.
- Cambios en el estado emocional: El delirio puede provocar cambios abruptos en el estado de ánimo, como ansiedad, irritabilidad, miedo intenso o euforia sin motivo aparente.
- Dificultad para mantener la atención: Las personas con delirio pueden tener problemas para concentrarse en tareas o actividades cotidianas, ya que sus pensamientos están dominados por las creencias delirantes.
- Comportamientos inusuales: El delirio puede llevar a comportamientos extraños, desorganizados o agitados. Algunos individuos pueden reaccionar de manera inesperada o impulsiva debido a sus creencias delirantes.
- Aislamiento social: A medida que las creencias delirantes se vuelven más intensas, es posible que los afectados se aíslen socialmente, ya que temen la interacción con los demás o creen que están siendo perseguidos o amenazados.
- Falta de conciencia de la enfermedad: En muchos casos, las personas con delirio no son conscientes de que sus creencias son irracionales o infundadas, lo que dificulta el reconocimiento del problema y la búsqueda de ayuda.
¿Cuáles son las causas?
- Enfermedades médicas graves: El delirio puede ser causado por enfermedades médicas graves, como infecciones, trastornos metabólicos, problemas cardíacos o pulmonares.
- Uso de medicamentos: Algunos medicamentos, especialmente aquellos que afectan el sistema nervioso central, pueden desencadenar el delirio como efecto secundario.
- Síndrome de abstinencia: La interrupción brusca de ciertas sustancias, como alcohol, benzodiacepinas o drogas ilegales, puede desencadenar síntomas delirantes como parte del síndrome de abstinencia.
- Deshidratación y malnutrición: La falta de ingesta adecuada de líquidos y nutrientes puede afectar negativamente la función cerebral y contribuir al desarrollo del delirio.
- Cirugía o procedimientos médicos: Algunas personas pueden experimentar delirio después de someterse a cirugía o procedimientos médicos, especialmente en personas de edad avanzada o con factores de riesgo preexistentes.
- Condiciones neurológicas: Ciertas enfermedades neurológicas, como accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales o enfermedades neurodegenerativas, pueden estar asociadas con el delirio.
- Factores psicológicos y emocionales: Altos niveles de estrés, ansiedad, depresión intensa o traumas emocionales pueden contribuir al desarrollo del delirio en algunas personas.
- Entorno hospitalario: Los pacientes hospitalizados, especialmente aquellos en unidades de cuidados intensivos o con enfermedades graves, pueden ser más propensos a desarrollar delirio debido a factores como la privación de sueño, la exposición a múltiples medicamentos y procedimientos médicos invasivos.
Es importante tener en cuenta que el delirio puede manifestarse en diferentes grados y puede estar asociado a diversos trastornos psicológicos, siendo más común en los trastornos psicóticos como la esquizofrenia, el trastorno delirante y la depresión psicótica.
La evaluación y el diagnóstico por parte de un profesional de la salud mental son fundamentales para identificar adecuadamente el delirio y proporcionar el tratamiento adecuado.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
