Uno de los aspectos más intrigantes de la psicología, es el fenómeno de las triangulación y comparación. Este artículo busca adentrarse en el corazón de estas prácticas, desentrañando por qué las realizamos, cómo afectan nuestras relaciones y nuestra autoestima, y qué podemos hacer al respecto.
¿Qué es la triangulación y la comparación?
Triangulaciones:
La triangulación es un concepto originario de la teoría sistémica familiar, particularmente asociado con el trabajo de Murray Bowen. En su forma más básica, se refiere a la tendencia de involucrar a una tercera persona en una relación o conflicto entre dos personas. Esto ocurre cuando dos personas (A y B) tienen una dificultad o conflicto, y una de ellas (o ambas) involucra a una tercera persona (C) en la situación, ya sea para mediar, aliviar la tensión o buscar alianzas.
Por ejemplo, en una familia, si dos padres están en conflicto, podrían involucrar a un hijo como mediador o confidente, creando así una “triangulación”. En este contexto, la triangulación puede ser una forma de evitar enfrentar directamente un problema, desplazando la atención y la responsabilidad hacia otra persona.
Comparaciones:
Las comparaciones, por otro lado, son un proceso psicológico en el que los individuos evalúan sus propias habilidades, logros, situaciones o características en relación con los demás. Estas comparaciones pueden ser hacia arriba (compararse con alguien que se percibe como mejor o más exitoso) o hacia abajo (compararse con alguien que se percibe como menos exitoso o inferior).
Este fenómeno es común y puede tener varios propósitos, incluyendo la autoevaluación, la mejora del autoconcepto, y la regulación emocional. Sin embargo, las comparaciones sociales también pueden conducir a sentimientos de envidia, baja autoestima, y una percepción distorsionada de la propia vida, especialmente en la era digital donde las redes sociales a menudo presentan una versión idealizada de la vida de las personas.
¿Por qué las personas recurren a la triangulación y a las comparaciones?
Triangulación
- Evitar el Conflicto Directo: Algunas personas encuentran difícil enfrentar conflictos directamente. Triangular a una tercera persona puede ser una estrategia para evitar el enfrentamiento directo, especialmente en situaciones emocionalmente cargadas.
- Buscar Validación o Apoyo: En ocasiones, uno busca involucrar a otra persona para obtener su apoyo o validación frente a un conflicto o problema con alguien más. Esto puede reforzar la sensación de estar en lo correcto o de no estar solo en una situación difícil.
- Reducir la Ansiedad: La triangulación puede ser una forma de dispersar la ansiedad que se siente en una relación bilateral intensa. Al involucrar a una tercera persona, se diluye temporalmente la tensión.
- Patrones Aprendidos: Muchas veces, la tendencia a triangular puede originarse en patrones de comportamiento aprendidos durante la infancia. Si una persona creció en un entorno donde la triangulación era común, es posible que repita estos patrones en sus propias relaciones adultas.
Comparaciones
- Construcción de la Identidad y Autoestima: Las comparaciones a menudo se usan para evaluar dónde nos situamos en relación con los demás en términos de éxito, habilidades o cualidades. Esto puede influir en nuestra autoestima y en la construcción de nuestra identidad.
- Envidia y Competencia Social: En algunos casos, las comparaciones surgen de sentimientos de envidia o de un deseo de competir socialmente. Esto puede ser particularmente agudo en entornos donde el estatus y el éxito son altamente valorados.
- Influencia de las Redes Sociales: La omnipresencia de las redes sociales ha exacerbado las comparaciones, ya que las personas están constantemente expuestas a versiones idealizadas de la vida de los demás, lo que puede llevar a comparaciones poco realistas y sentimientos de insuficiencia.
- Búsqueda de Motivación y Metas: En un aspecto más positivo, las comparaciones pueden motivar a las personas a mejorar y alcanzar metas, especialmente si se comparan con alguien a quien ven como un modelo a seguir.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
