La dermatilomanía, también conocida como trastorno de excoriación o trastorno de arrancarse la piel, es un trastorno mental caracterizado por la compulsión recurrente de rascar, pellizcar, excavar o arrancar la propia piel de manera compulsiva.
Las personas que sufren de dermatilomanía experimentan una sensación de urgencia incontrolable para llevar a cabo estos comportamientos, lo que puede resultar en lesiones cutáneas significativas.
¿Cuáles son los síntomas de la dermatilomanía?
- Comportamiento repetitivo y compulsivo: Las personas con dermatilomanía se involucran en comportamientos repetitivos de extracción de piel de manera compulsiva, sin poder resistirse a la urgencia de hacerlo. Estos comportamientos suelen ser automáticos y se realizan en respuesta a una sensación de tensión o malestar.
- Lesiones cutáneas autoinfligidas: Las personas con dermatilomanía presentan lesiones cutáneas autoinfligidas como resultado de los comportamientos de extracción de piel. Estas lesiones pueden variar en gravedad, desde rasguños y heridas superficiales hasta laceraciones más profundas y cicatrices permanentes.
- Áreas de enfoque preferenciales: Las zonas más comúnmente afectadas por la dermatilomanía suelen ser la cara, los brazos, las piernas y las manos. Sin embargo, las áreas afectadas pueden variar de una persona a otra.
- Sensación de alivio o gratificación: Aunque la extracción de piel puede provocar dolor físico, las personas con dermatilomanía a menudo informan una sensación de alivio o gratificación temporal después de realizar el comportamiento. Sin embargo, esta sensación es seguida por sentimientos de culpa, vergüenza y remordimiento.
- Dificultad para controlar los impulsos: Las personas con dermatilomanía encuentran difícil resistir la urgencia de llevar a cabo los comportamientos de extracción de piel, a pesar de los intentos de controlarlos. Estos impulsos pueden interferir significativamente en la vida diaria, las relaciones personales y la salud emocional.
- Ciclo de comportamiento: La dermatilomanía a menudo sigue un ciclo repetitivo en el que se experimenta una creciente tensión o ansiedad antes del acto de extracción de piel, seguido de una sensación de alivio temporal. Posteriormente, se experimentan sentimientos de culpa y vergüenza, lo que puede reforzar aún más el comportamiento compulsivo.
Causas de la dermatilomanía
Factores genéticos: Existe evidencia de que la dermatilomanía puede tener una predisposición genética. Algunos estudios han sugerido que ciertos genes pueden influir en la susceptibilidad de una persona a desarrollar trastornos de control de impulsos, como la dermatilomanía.
Desequilibrios neuroquímicos: Se ha planteado la hipótesis de que los desequilibrios en los neurotransmisores, como la serotonina, pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la dermatilomanía. Estos desequilibrios pueden afectar el estado de ánimo, la regulación de los impulsos y los patrones de comportamiento.
Factores psicológicos y emocionales: Algunas teorías sugieren que la dermatilomanía puede estar asociada con problemas de regulación emocional y dificultades para manejar el estrés. Las personas que experimentan altos niveles de ansiedad, depresión, estrés o traumas pueden ser más propensas a desarrollar dermatilomanía como una forma de afrontamiento inadecuada.
Aprendizaje y condicionamiento: El comportamiento de extracción de piel puede convertirse en un hábito aprendido a través del condicionamiento. Por ejemplo, si una persona experimenta alivio temporal después de arrancarse la piel, es posible que esto refuerce el comportamiento y lo haga más probable en el futuro.
Factores ambientales y situacionales: Los factores ambientales, como el estrés crónico, el entorno familiar disfuncional o la presión social, pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la dermatilomanía. El trauma físico o emocional también puede ser un desencadenante para algunas personas.
¿Cómo ayuda la psicología?
Terapia cognitivo-conductual (TCC): La terapia cognitivo-conductual es una modalidad de tratamiento comúnmente utilizada y respaldada por evidencia para abordar la dermatilomanía.
La TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o irracionales que contribuyen al comportamiento de extracción de piel. También se centra en desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables y alternativas al comportamiento compulsivo.
Técnicas de modificación de conducta: La modificación de conducta es una estrategia terapéutica que se enfoca en identificar los factores desencadenantes y las situaciones que impulsan el comportamiento de extracción de piel. A través de técnicas como la sensibilización, el registro de conductas y la prevención de respuesta, las personas aprenden a reconocer los patrones de conducta, interrumpir los comportamientos compulsivos y reemplazarlos por respuestas más adaptativas.
Entrenamiento en habilidades de afrontamiento y gestión del estrés: La psicología puede ayudar a las personas a desarrollar estrategias efectivas para manejar el estrés, la ansiedad y las emociones negativas que pueden desencadenar la dermatilomanía. Esto puede incluir técnicas de relajación, mindfulness, habilidades de resolución de problemas y manejo de las emociones.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular con un psicólogo en línea.
